viernes. 19.04.2024

Elena Torres, teleprensa.com Almería

No son buenos tiempos para los políticos. La convocatoria de cuatro elecciones generales en cuatro años ha provocado el hastío del ciudadano que se cuestiona cada día con más fuerza el papel que éstos juegan en nuestras vidas, y prueba de ello es que empiezan a entrar en las encuestas del CIS con tanto vigor como en su momento lo hizo el terrorismo o el empleo, aunque este último aún acapare el primer puesto. Sí, los políticos y los partidos son según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas que se acaba de conocer el segundo problema de los ciudadanos, y un porcentaje nada desdeñable, el 45,3%, lo cita como una de sus tres principales preocupaciones. Así las cosas, quienes viven de lo público para supuestamente mejorar la vida de sus vecinos con sus decisiones deberían ser más consecuentes a la hora de asumir responsabilidades.

La gota fría en Almería parece haber desbordado no sólo ramblas sino también las capacidades de nuestros políticos locales. La muerte de un conductor en un túnel al haberse quedado atrapado por el agua ya que no se había llegado a cerrar pese a conocerse con antelación el temporal que se avecinaba, no ha dejado en muy buen lugar al alcalde de la ciudad que quiso quitarse el “peso” de lo ocurrido con un informe un tanto “chocante” al asegurar que este vecino entró a gran velocidad sin atender las señales que supuestamente se le hacían. Ramón Fernández Pacheco tendría que haber utilizado un poco de sentido común antes de lanzar una respuesta tan poco convincente y que testigos de lo sucedido negaron, lo que le obligó a desdecirse, eso sí, amparándose en que los técnicos no le informaron bien.

Dos semanas después de las fuertes lluvias, Cabo de Gata continúa encharcada y ello está provocando la proliferación de mosquitos que ya llegan al centro de la ciudad. Como las críticas de la oposición no gustan, de nuevo desde el Ayuntamiento se  argumenta que se está actuando desde el primer momento conforme dictan los técnicos, así lo expresó la concejala.

En realidad una y otra respuesta buscan reducir responsabilidad política y cargar el peso de las decisiones sobre funcionarios o técnicos, pero tanto estas actitudes como la poca capacidad que demuestran nuestros representantes para llegar a acuerdos son las que acaban por perpetuar al político como un problema para el ciudadano.

El parapeto del funcionario
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